Alex
Sólo podía pensar en esa sonrisa, en
esos labios, en su rostro. Después de tanto, nunca pensé volver a tener estos
sentimientos por una persona...
Alex, una chica con un carácter bipolar. Su forma de ser,
muchas veces dependía de las personas que se encontraban en su entorno, no
podía, simplemente no podía dejar de pensar en Marcel. Dos años atrás, Alex se
había enamorado por primera vez de un chico, el cual la hizo sufrir y como
resultado no volvió a ser la misma de siempre. Regresando a la actualidad,
Alex, con veinte años de edad, jamás pensó que todo esto sucedería.
Un día como cualquier otro, como era su costumbre, Alex
fue al trabajo en la biblioteca de la universidad. Ella acomoda los libros por
tema y en orden alfabético, un trabajo algo fastidioso para cualquier persona,
pero a ella le encantaba, su vida eran los libros, las historias de terror,
suspenso, drama y amor. Luego de hacer esto, comenzó a buscar el libro que
tanto le gusta que llevaba por nombre "Visto" pero, entre tanto
buscar no encontró nada, algo preocupada, caminó con algo de prisa a su escritorio
para así poder revisar el cuaderno de las firmas, en el cual, logró percibir
con su mirada, el nombre de la persona que había retirado el libro, por lo cual ahora sólo le
quedaba esperar a que lo devolviera.
Durante el transcurso del
día, nadie entregó el libro. Pasaron horas y nadie apareció, no quedaba nadie
en la biblioteca y como ya era tarde Alex decidió cerrar la biblioteca.
Mientras Alex recorre el lugar por seguridad, en un momento logra distinguir en
la sección de terror, el cuerpo de una persona en el suelo, se acerca en
silencio, no hace ningún ruido, en su mente sólo podía pensar lo peor, cuando
logra llegar a la escena se da cuenta de que es un chico, se veía algo pálido,
con lentes y cabello largo.
-Oye, despierta. - Dice Alex con un tono de desesperación.
-¿Qué haces aquí?- Pregunta una y otra vez sin respuesta alguna.
Sin ninguna señal de vida del muchacho, Alex ve que trae con él el libro
que ella tanto esperaba que regresaran.
-¿Quién eres?- Pregunta el chico.
-¿Ah?- Se pregunta Alex en su mente.
-Hey. ¿Quién eres?- Vuelve a preguntar el chico.
Alex voltea la mirada y lo ve con indiferencia.
-Aquí las preguntas las hago yo.- Respondió Alex algo molesta
-¿Por qué estás aquí tirado?- Pregunta Alex
-Tenía algo de sueño, así que decidí dormir un rato.- Responde el chico
de forma indecisa.
-¡Aquí no se duerme, aquí se lee!.- Dice Alex de forma muy agresiva.
-Levántate que voy a cerrar la biblioteca.- Dijo Alex.
-Te ves muy linda.- Dijo el chico algo sonrojado.
Alex se limitó a responder, furiosa pero muy sonrojada lo levantó del
suelo y lo llevó hacia la salida.
-Mucho gusto. Mi nombre es Marcel.- Dice el chico mientras Alex lo lleva
a rastras.
Cuando llegan a la salida Marcel sólo piensa en su belleza.
-Hasta luego, nos vemos mañana.- Dice Marcel.
A lo cual, Alex responde con un
estruendoso azote de puerta. Cerró la biblioteca y se marchó a su casa sin
siquiera pensar en lo sucedido, sólo se acostó a dormir.
Pasaron tres semanas y Alex no deja de pensar en el libro que llevó
Marcel, el cual no ha regresado. Suenan las campanas de la entrada y al voltear
la mirada ve a Marcel en la distancia.
-Hola Alex. Dice Marcel con cierto entusiasmo.
-¿Cómo sabes mi nombre?- Pregunta Alex.
-Tu belleza me lo dijo.- Dice Marcel muy confiado de sí mismo.
-Deja tu labia barata.- Dijo Alex, a lo cual Marcel respondió con una
risa disimulada.
-Te vez muy linda cuando te enojas.- Dice Marcel.
-Lindo se ve esto.- Le dice Alex mientras le muestra una factura por
tres mil bolívares con su nombre.
-¿Qué es esto?- Pregunta Marcel con un tono algo preocupado.
-Es lo que debes por haberte llevado el libro de la biblioteca sin haber
firmado en la casilla que dice que lo sacarías de la biblioteca. Te podrás dar cuenta que
firmaste como si lo hubieses leído aquí.- Respondió Alex mientras reía.
-Está bien, lo pagaré.- Dijo Marcel algo decaído.
-Por cierto, tu identificación de la universidad tiene tu nombre.- Dijo
Marcel mientras se alejaba.
Después de eso no siguieron hablando. Por alguna razón Alex comienza a
observar a Marcel desde la distancia, de un momento para otro comenzó a
escribir su nombre en las hojas de su cuaderno y se dice a sí misma.
-¿Qué me está pasando? ¿Por qué hago
estas cosas? ¿Me estará gustando el idiota de Marcel?...
Transcurrió un mes, durante el cual Marcel comenzó a ir todos los días a
la biblioteca y sin falta le dejaba una carta con una dedicatoria a Alex, un día tras otro.
Alex conservaba dichas cartas pero nunca fue capaz de responder.
En la mente de Alex ocurría una constante disputa, un debate, mejor dicho
una guerra emocional consigo misma. Tiene estos sentimientos encontrados por
Marcel pero, no se siente capaz de volver a creer en un hombre, no quiere ser
lastimada, no quiere sufrir por otra persona, no quiere salir herida otra vez.
Un día, sin previo aviso. Marcel se acerca a Alex y comienza a hablarle.
-Hola.- Dice Marcel con cierta pena.
-Hola.- Responde Alex algo nerviosa.
-¿Quieres salir conmigo?- Pregunta Marcel muy sonrojado y con miedo.
-No, jamás saldría contigo.- Dijo Alex sin mostrar ninguna expresión en
su rostro.
Marcel soltó una lágrima, dio media vuelta y se marchó.
Alex respondió de tal manera con todo el dolor de su alma, en su
interior sólo gritaba: "Si, claro que quiero". Pero se limitó a
decirlo, su corazón estaba lleno de dolor e ira por no haber dicho lo que de
verdad sentía, lloraba mientras veía como Marcel se alejaba.